lunes, 4 de febrero de 2013

Carnaval De Barranquilla


El carnaval de Barranquilla es la fiesta folclórica y cultural más importante de Barranquilla  y Colombia. Más de un millón de personas, entre visitantes y locales participan anualmente en la fiesta, la cual se celebra desde el sábado hasta el martes anteriores al Miércoles de Ceniza, generalmente en el mes de febrero, y en algunas ocasiones a principios de marzo. Tiene una tradición de más de cien años. La temporada de carnaval comienza el segundo sábado de enero, cuando comienzan las fiestas públicas y verbenas, sin embargo, otras actividades directamente relacionadas con el carnaval se suceden durante gran parte del año. El nacimiento del carnaval de Barranquilla se dio en el siglo XIX, y actualmente participan cerca de 500 agrupaciones folclóricas (disfraces y carrozas) y genera un aproximado de 40 mil millones de pesos en ingresos.
El Carnaval es un acontecimiento cultural en el que se expresan todas las variedades culturales y el folclor de la Costa Caribe colombiana, así como las más variadas manifestaciones culturales locales, la música popular y el baile. Constituye el aspecto más representativo de la ciudad que cada año atrae a propios y a extraños.
Por su variedad y riqueza cultural, el Carnaval de Barranquilla ha obtenido dos importantes reconocimientos: «Patrimonio Cultural de la Nación», en declaración otorgada por el Congreso Nacional de Colombia el 26 de noviembre de 2001, y «Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad», concedida por la Unesco en París el 7 de noviembre de 2003.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Qué es la primera comunión ?



La Primera Comunión es uno de los siete sacramentos de la Iglesia Católica, y uno de los tres sacramentos de iniciación a la vida cristiana junto al bautismo y a la confirmación. A través de la primera comunión, luego de cierta preparación llamada catequesis, en la que se estudia el catecismo, es posible tomar por primera vez la hostia y el vino, que para quienes profesan esta religión, no simboliza, sino que es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. La presencia real del cuerpo y la sangre de Cristo en el pan y el vino es lo que en la Iglesia Católica se denomina Transubstanciación.

Este sacramento fue instituido por Jesús durante la última cena, quien en compañía de sus discípulos tomó el pan y el vino y dijo: “Yo soy el pan de la vida, si uno come de este pan vivirá para siempre, pues el pan que yo os daré es mi carne, para la vida del mundo" (Jn.6,32-34, 51). "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna".(Jn 6,54)

Por lo general, este sacramento se realiza cuando aún se es niño, alrededor de los 10 u 11 años de edad, siendo necesario haber realizado los dos sacramentos previos, el bautismo y la confesión. Esta última también se realiza por primera vez poco tiempo antes de recibir la primera comunión.

Cuando se realiza este sacramento, se celebra una misa solemne, en otras palabras, se trata de una misa especial, que ha sido preparada en forma particular para aquellos quienes recibirán el cuerpo y sangre de Cristo por primera vez. Además durante esta ceremonia se renuevan los botos bautismales.

La catequesis se configura como el curso de preparación que es necesario seguir a fin de contar con los conocimientos y la apertura de corazón que son necesarios para recibir la primera eucaristía. Ésta preparación es otorgada a los niños por personas preparadas que no son sacerdotes ni religiosas, sino que son fieles de la propia comunidad que entran en contacto con los niños de una forma más cercana, incluyéndolos también en la vida cotidiana de su comunidad. Por lo general, la preparación dura

Semana Santa



La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Sin embargo, para muchos católicos se ha convertido sólo en una ocasión de descanso y diversión. Se olvidan de lo esencial: esta semana la debemos dedicar a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar todas las gracias que esto nos trae.




Para vivir la Semana Santa, debemos darle a Dios el primer lugar y participar en toda la riqueza de las celebraciones propias de este tiempo litúrgico.




A la Semana Santa se le llamaba en un principio “La Gran Semana”. Ahora se le llama Semana Santa o Semana Mayor y a sus días se les dice días santos. Esta semana comienza con el Domingo de Ramos y termina con el Domingo de Pascua.




Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Asistir al Sacramento de la Penitencia en estos días para morir al pecado y resucitar con Cristo el día de Pascua.




Lo importante de este tiempo no es el recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.




La Semana Santa fue la última semana de Cristo en la tierra. Su Resurrección nos recuerda que los hombres fuimos creados para vivir eternamente junto a Dios.




Domingo de Ramos:

Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como rey con cantos y palmas. Por esto, nosotros llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que las bendigan ese día y participamos en la misa.




Jueves Santo:

Este día recordamos la Última Cena de Jesús con sus apóstoles en la que les lavó los pies dándonos un ejemplo de servicialidad. En la Última Cena, Jesús se quedó con nosotros en el pan y en el vino, nos dejó su cuerpo y su sangre. Es el jueves santo cuando instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio. Al terminar la última cena, Jesús se fue a orar, al Huerto de los Olivos. Ahí pasó toda la noche y después de mucho tiempo de oración, llegaron a aprehenderlo.




Viernes Santo:

Ese día recordamos la Pasión de Nuestro Señor: Su prisión, los interrogatorios de Herodes y Pilato; la flagelación, la coronación de espinas y la crucifixión. Lo conmemoramos con un Via Crucis solemne y con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.







Sábado Santo o Sábado de Gloria:

Se recuerda el día que pasó entre la muerte y la Resurrección de Jesús. Es un día de luto y tristeza pues no tenemos a Jesús entre nosotros. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. Por la noche se lleva a cabo una vigilia pascual para celebrar la Resurrección de Jesús. Vigilia quiere decir “ la tarde y noche anteriores a una fiesta.”. En esta celebración se acostumbra bendecir el agua y encender las velas en señal de la Resurrección de Cristo, la gran fiesta de los católicos.




Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua:

Es el día más importante y más alegre para todos nosotros, los católicos, ya que Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos, de entrar al Cielo y vivir siempre felices en compañía de Dios. Pascua es el paso de la muerte a la vida.







¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha cada año?

El pueblo judío celebraba la fiesta de pascua en recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto, el día de la primera luna llena de primavera. Esta fecha la fijaban en base al año lunar y no al año solar de nuestro calendario moderno. Es por esta razón que cada año la Semana Santa cambia de día, pues se le hace coincidir con la luna llena.




En la fiesta de la Pascua, los judíos se reunían a comer cordero asado y ensaladas de hierbas amargas, recitar bendiciones y cantar salmos. Brindaban por la liberación de la esclavitud.




Jesús es el nuevo cordero pascual que nos trae la nueva liberación, del pecado y de la muerte.




Sugerencias para vivir la Semana Santa

Asistir en familia o a los oficios y ceremonias propios de la Semana Santa porque la vivencia cristiana de estos misterios debe ser comunitaria.

Se puede organizar una pequeña representación acerca de la Semana Santa.

Poner algún propósito concreto a seguir para cada uno de los días de la Semana Santa.

La Pornografía Segun La Religion Catolica



Es preciso dar un concepto universal, objetivo y válido para todo tiempo y lugar, para salir al encuentro de una objeción siempre repetida: Nadie puede determinar cuándo es pornografía. Eso depende, se dice de las costumbres, de la época, personas, y por consiguiente hay que dejarlo al criterio y sensibilidad de cada uno. Este relativismo---como todo relativismo---es contrario al pensamiento y a la vida. Inadmisible, por tanto.



La confusión proviene del hecho de que el juicio que determina lo que es pornográfico, no proviene ni de un conocimiento puramente experimental (como la física, por ejemplo) ni puramente abstracto (como el filosófico), sino algo inteligible que se revela en algo sensible. Este componente sensible es lo que hace difícil discernir la pornografía del arte en una película; no en las que todo el mundo llama pornográficas y ni ellas mismas pretenden ser artísticas; sino en aquéllas en las que se da el doble oleaje del arte y lo pornográfico en condiciones más o menos exaltantes; por tanto donde el problema no es discernir ”lo pornográfico” sino lo “inmoral” del arte. Aquí es donde se plantea la pregunta de si todo es relativo, es decir, si lo que es inmoral para unos, no lo es para otros; si lo que es aquí y ahora, no lo es en otro lugar o no lo será mañana.



La raíz última de la última incertidumbre está en que efectivamente hay un elemento variable e histórico. La sensibilidad de los pueblos varía con las épocas y lugares, y por tanto lo que se considera ofensivo a la moral y las buenas “costumbres”. Pero también hay un elemento constante, la esencia humana idéntica en su origen y destino, y por tanto también en su desarrollo. Estos dos elementos son ciertos y no deben sacrificarse ni el uno ni el otro. Sólo así es válido un concepto de lo pornográfico. ¿Y posible? ¡Sí!



Un aspecto variable y mudable de la sociedad (y del hombre que la integra) es la propia de un ser en devenir. Pues bien, en el ser en devenir lo que llegará a ser, lo que debe hacerse, lo que será en cualquier etapa de su desarrollo, ya lo era inicialmente, estaba “en potencia”. Todo su hacerse y desarrollarse procede de un dato fundamental del hombre, lo que se mantiene a través del proceso. Ese dato fundamental en el hombre es que su ser - por serlo de una persona libre - le es dado al mismo tiempo hecho y por hacer, como tarea y misión. Su destino o meta está en su origen o punto de partida, y sin embargo debe alcanzarlo. Esta estructura fundamental es lo que se llama “naturaleza humana”. Distinta de los seres físicos, determinados unívoca y necesariamente en una dirección. En el hombre, ser espiritual y trascendente, se dan posibilidades ilimitadas de realizarse; pero también de malograrse.



Que “tal naturaleza humana existe lo prueba la filosofía, la teología y la literatura, “historia del alma popular”: Nosotros entendemos y vibramos con poemas y dramas de hace centenares de años: Su pensamiento, sentimientos, pasiones, amores, odios, etc, no son distintos fundamentalmente, y por eso nos sentimos identificados; apreciamos su arte. Pero es constante también el ideal de perfección moral. Es moral lo que es bueno; y es bueno lo que tiende a la perfección de la persona en todas sus dimensiones y relaciones (consigo, con los otros y con Dios). Todos los hombres poseen un criterio objetivo de moralidad; una norma que se les hace saber todo lo que es bueno y lo que es malo, y los inclina, como dice San Pablo (Rom. 2, 14-15).



Aplicándolo a nuestro caso, se deduce que la diversidad de costumbres y comportamientos respecto de la sexualidad se debe a la libertad que el hombre posee al hacer concordar su conducta práctica aquí y ahora, con esas normas morales constantes y universales; que pueden ser oscurecidas o trabadas por situaciones socioculturales (como sucede ahora con el cine) pero que siempre hay criterios para discernir lo moral y pornográfico de lo artístico. Tal es el criterio o norma del “Pudor” y las “Buenas Costumbres”. Las buenas costumbres son las que se fundan en lo moral natural, es decir, en la estructura y propiedad de la naturaleza humana. Dicha estructura es el pudor. El pudor es una de esas experiencias llamadas “trascendentales” que van siempre más allá de lo que se puede definir categorialmente; y por eso debe hacerse relacionándolo con sentimientos afines. Uno de estos es lo que llamamos vergüenza y honestidad, que a su vez son partes de la virtud cardinal de la templanza, como dice Santo Tomás: “Hay dos partes integrales de la templanza: Estas son la vergüenza (verecundia), por la que huimos de la torpeza contraria a la templanza; y la honestidad (honestas), por la que se ama la belleza de la templanza. Pues bien, la templanza coincide con el pudor por cuanto éste produce efectos iguales a la templanza: da mesura y dominio a los sentimientos. También el Diccionario de la Real Academia Española identifica el pudor con la modestia, la honestidad, el recato. A base de lo dicho, puede darse ya una definición más precisa de pudor: “Es la actitud del que oculta o calla cosas tenidas por vergonzosas o por demasiado íntimas, principalmente en el terrero de la sexualidad”



Queda por ver el problema más espinoso: ¿Por qué son siempre las mismas cosas son tenidas por vergonzosas? Tampoco esto se puede contestar en pocas palabras, sin aproximarlo a partir de este punto de vista dado igualmente: “El pudor - lo mismo que la virginidad- radican formalmente en el alma, materialmente en el cuerpo”. Según esto cabe responder que varía lo material, no lo formal. Y por tanto debe impresionar más que la relativa variación de las cosas que son tenidas por vergonzosas en cada época, el hecho de que en toda época hay cosas que son tenidas por vergonzosas el exhibirlas. Que el sentimiento de la vergüenza ha existido siempre, un especialista lo confirma por las raíces lingüísticas indoeuropeas que lo designara y concluye así: “Detrás de la expresión bíblica, la vergüenza de su desnudez, subyace el presupuesto de que poner a la vista lo que debe ser tapado, es cosa vergonzosa. No son únicamente las cosas relacionadas con el sexo, por supuesto, las que requieren la adecuada privacidad. Ser humano es ser a medias abierto, en parte a la vista y en parte escondido. Toda experiencia es potencialmente vulnerable y está expuesta a la violación, y de ahí que esté necesitada de protección. Ignorar o negar tal cosa, se llama “desvergüenza”.



El respeto a esa privacidad, a ese aislamiento y profundidad en el encuentro humano, es el objeto de la vergüenza. Por tanto el afán actual de rasgar todos los velos es, un acto afín al robo y al rapto. Rechazar tal sentimiento de la vergüenza equivale a rechazar al Otro, la interdependencia, la solidaridad, no obstante la superficial camaradería.



Cosa parecida sucede con el llamado no conformismo, que acaba por ser un conformismo al revés, es decir, ser conformistas del no conformismo. Con lo cual han impulsado a los directores de cine, artistas y en general a la sociedad a portarse como no conformistas. El verdadero no-conformista ahora sería más bien el que admite valores morales esenciales y permanentes.



La respuesta, pues, al problema de por qué no son siempre las mismas cosas las cosas que son tenidas por vergonzosas, es parecida a lo que sucede en estética, en arte, etc.: Los gustos cambian, pero permanecen los cánones esenciales que nos hacen conocer y experimentar el verdadero arte. Igualmente, permanecen los sentimientos esenciales del pudor aplicables en cualquier época; varía el más o menos mostrable; pero permanece aquello que lo dicta. Siempre disponemos de criterios y normas metatemporales que nos permiten discernir lo pornográfico y lo inmoral, del arte en el cine. A base de estos criterios podemos buscar una definición de pornografía.

martes, 20 de noviembre de 2012

Gabriel García Márquez



Gabriel José de la Concordia García Márquez (Aracataca, Colombia, 6 de marzo de 1927) es un escritor, novelista, cuentista, guionista y periodista colombiano. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura Es conocido familiarmente y por sus amigos como Gabito (hipocorístico guajiro para Gabriel), o por su apócope Gabo desde que Eduardo Zalamea Borda subdirector del diario El Espectador, comenzara a llamarle así.



Gabriel García Márquez está relacionado de manera inherente con el realismo mágico y su obra más conocida, la novela Cien años de soledad, es considerada una de las más representativas de este género literario e incluso se considera que por su éxito es que aquel término se aplica a la literatura desde los años setenta.



En 2007, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española lanzaron una edición popular conmemorativa de esta novela, por considerarla parte de los grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos. El texto fue revisado por el propio Gabriel García Márquez.



Gabriel García Márquez es famoso tanto por su genio como escritor, como por su habilidad de usar este talento para compartir sus ideologías políticas. Su amistad con el líder cubano Fidel Castro ha causado mucha controversia en el mundo literario y político.

Aunque Gabriel García Márquez posee residencias en París, Bogotá y Cartagena de Indias, vive la mayor parte del tiempo en su casa en México, donde fijó su residencia a principios de los años 60.

Historia del Árbol de Navidad



Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el reino de los muertos). Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los conversos2 tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente el significado.

Se dice que san Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo. Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas y otros adornos.

Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados por los Reyes Magos, Olentzero o Papá Noel dependiendo la leyenda de la región donde se encuentre.

La verdadera leyenda de Papá Noel



Cuenta la historia que Nicolás de Bari nació en el siglo IV en Patara, una ciudad del distrito de Licia, en lo que actualmente es Turquía, dentro de una familia rica y acomodada. Desde su niñez, Nicolás destacó por su bondad y generosidad con los más pobres, preocupándose siempre por el bien de los demás. Siendo todavía muy joven, el muchacho perdió a sus padres, presas de una epidemia de peste, y se convirtió en el heredero de una gran fortuna. A sus 19 años, Nicolás decidió dar toda su riqueza a los más necesitados y marcharse a Mira con su tío para dedicarse al sacerdocio.



Allí fue nombrado obispo y se convirtió en santo patrón de Turquía, Grecia y Rusia.

Además fue nombrado Patrono de los marineros porque, cuenta una historia que, estando alguno de ellos en medio de una terrible tempestad en alta mar y viéndose perdidos, comenzaron a rezar y a pedir a Dios la ayuda del santo, y las aguas se calmaron.

San Nicolás falleció el 6 de diciembre del año 345. Puesto que esa fecha está muy próxima a la Navidad, se decidió que este santo era la figura perfecta para repartir regalos y golosinas a los niños el Día De Navidad.

Desde el siglo VI, se empezaron a construir templos en su honor y en 1087 sus restos fueron llevados a Bari, en Italia.

Posteriormente, en el siglo XII, la tradición católica de San Nicolás creció por Europa, y hacia el siglo XVII emigrantes holandeses llevaron la costumbre a Estados Unidos, donde se suele dejar galletas o pasteles caseros y un vaso de leche a Santa Claus.

Por cierto, como curiosidad, el nombre santa claus se creó a raíz del nombre del santo en alemán, San Nikolaus.

El aspecto de San Nicolás de Bari era muy distinto al que se le atribuye hoy: tenía la complexión delgada y era de gran estatura. Y el hecho de que lo representen siempre con una bolsa y tenga la fama de repartidor de regalos se debe a que, en cierta ocasión, el santo tuvo conocimiento de que la hija de uno de sus vecinos iba a casarse y su padre no tenía dinero para la dote, por lo que decidió entregarle una bolsa con monedas de oro. Así, la boda pudo celebrarse y, desde entonces, cobró fuerza la costumbre de intercambiar regalos en Navidad.
Santa Claus, una imagen moderna

Aunque la leyenda de Papá noel sea antigua y compleja, y proceda en gran parte de San Nicolás, la imagen familiar de Santa Claus con el trineo, los renos y las bolsas con regalos es una invención estadounidense. En 1823, el escritor inglés Clement Moore escribió el poema "Una visita de San Nicolás", imaginando que Papá Noel surcaba los cielos en un trineo llevado por, al menos, nueve renos - Rudolph, Donner, Blitcher, Cometa, Cupido, Brillante, Danzante, Centella y Zorro -, y no que repartía sus regalos a pie o montando en un caballo como se había aceptado hasta entonces.

A los norteamericanos también se les responsabiliza de la imagen actual de Papá Noel. En 1931, una conocida marca de refrescos encargó al caricaturista Thomas Nast que dibujara un Papá Noel humanizado y cuya imagen fuera más cercana a las personas para su campaña navideña. Así surgió el Papá Noel vestido de rojo, con cinturón y botas negras que permanece hasta hoy en el imaginario popular, - aunque San nicolas  haya vestido a Papá Noel de verde -.

A día de hoy, la historia cuenta que Papá Noel vive en el Polo Norte acompañado de la señora Noel y de un grupo de duendes que son los encargados de fabricar los juguetes que desean los niños de todo el mundo. Cuando llega la noche del 24 de diciembre, Papá Noel carga todos sus regalos en un saco y recorre el mundo dejando los regalos de los niños debajo del árbol de navidad.